Ha sido una etapa bastante monótona y aburrida con un recorrido de unos 20km. Sin ninguna dificultad, es decir, todo sin desniveles. Además, el tiempo nos ha acompañado: sol despejado. En esta foto se puede comprobar perfectamente:
Lo único reseñable del día de hoy ha sido encontrarnos con esta peculiar peregrina, una japonesa que está haciendo el Camino con kimono, sandalias con calcetines y tirando de un carro con ruedas, ¡increíble!:
Ahí la tenéis, va tarareando canciones que supuestamente serán una canciones japonesas. Hemos hablado con ella un poco, sabe español. Es muy simpática, no paraba de reírse...
El día acaba con una partidita de parchís :)
¡Hasta pronto!
Anexo: El nombre de este pueblo se atribuye a un Santo, Domingo de la Calzada. Fue Santo gracias al milagro que obro: cuenta la leyenda que llegó un peregrino moribundo al pueblo y, para sanarse, le dijeron que un gallo, después de asado debería cantar. Y así se hizo, el gallo, después de asado, cantó. Se representa la figura de Santo Domingo acompañado de un gallo y una gallina vivos. Es más, dentro de la Iglesia del pueblo siempre se mantiene a un gallo y a una gallina vivos bajo la figura del Santo.
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